Yo los sábados los llevo muy pillados: clases, catequesis… No me queda tiempo

para deleitarme en la elección de esas personas especiales que están rigiendo este año 2010 para mí. Pero he encontrado a esta señora que, por lo visto, tenía mucho en común conmigo: guapetona, regordeta, amable de trato y ¡catequista! Vamos, casi primos hermanos. Naturalmente me aventaja en muchas cosas, sobre todo en el valor que le echó cuando la mataron, en 1937, camino de Montserrat, y soltó un “¡Viva Cristo Rey!” que, junto a su vida ejemplar, le ha valido su beatificación. Espero que la canonicen pronto, ya que ser catequista no está lo suficientemente valorado ni considerado profesión de riesgo, pues ya ves, ¡que se lo cuenten a mi admirada Carmela!
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